Soy defensora de la lactancia natural a ultranza, creo firmemente que es lo mejor que les podemos dar a nuestros hijos, así cómo los hemos alimentado durante el embarazo, seguir nutriéndolos con lo que nuestro cuerpo produce para ellos.

Pero a veces observo (y reconozco que he caído en el error) que la defensa de la lactancia materna más utilizada es el ataque a la leche de fórmula y creo que eso un error garrafal. Creo que la mejor defensa que puede tener la lactancia natural son sus propiedades, sus beneficios, su comodidad.

Los que creemos en la lactancia natural frente a la artificial deberíamos cambiar nuestra visión de ataque, y posicionarnos en la defensa, en la normalización, en la información.

Defendiendo la lactancia natural

Muchas madres quieren dar pecho y por un motivo u otro no lo consigue. Generalmente es la falta de información y de apoyo, madres que terminan dando biberón, frustradas y a las que a veces se ataca sin razón.

Madres que se han creído aquello de que no tienen leche, o su leche no es buena, o no engorda lo suficiente; madres que han recibido malos consejos por parte de pediatras, matronas, vecinos, familiares, conocidos.

Madres que lloran porque no pueden dar pecho a sus hijos y terminan dando un biberón, madres a las que se les ha metido miedo, que su hijo está desnutrido, a las que se ha tratado de irresponsables.

Atacar no ayuda

Creo que la estrategia de atacar no ayuda, pero sí lo hace informar, desde el cariño, la comprensión, animar a intentarlo de nuevo.

También me pregunto a veces cómo es posible que estando embarazadas busquemos información sobre qué cochecito comprar o qué hamaquita es la mejor y muchas madres no lean ni un poquito sobre lactancia.

Conozco también algún caso que ni ha intentado dar pecho y me atrevería a decir que la gran mayoría también lo hace por desinformación: Se van a caer los pechos, es esclavo, el biberón es más cómodo…

Y estoy convencida que apoyar desde el respeto y la comprensión es una postura más inteligente y productiva que el ataque, que una madre con problemas con la lactancia apoyada y sostenida es probable que siga dando el pecho, una madre que se ha sentido atacada y acorralada no sólo no lo intentará si no que lo rechazará.

¿No os parece que a veces nos ponemos un poquito radicales y perdemos la razón? No os parece que no necesitamos atacar para demostrar que verdaderamente la Lactancia Materna es lo mejor?

¿Habéis sido madres apoyadas o atacadas?